lunes, septiembre 26, 2005

Pablo de Rokha

EPITAFIO EN LA TUMBA DE JUAN, EL CARPINTERO
Aquí Yace «Juan, el carpintero»; vivió setenta y tres años sobre la tierra, pobremente, vió grandes a sus nietos menores y amó, amó, amó su oficio con la honorabilidad del hombre decente, odió a la capitalista imbécil y al peón canalla, vil o utilitario; —juzgaba a los demás según el espíritu—. * * * Las sencillas gentes honestas del pueblo veíanle al atardecer explicado a sus hijos el valor funeral de las cosas del mundo; anochecido ya, cantaba ingenuamente junto a la tumba del rorro, —un olor a lavirutas de álamo o quillay, maqui, litre, boldo y peumos geniales perfumaba el ambiente rústico de la casa, su mujer sonreía; no claudicó jamás, y así fue su existencia, así fue su existencia. * * * Ejerció diariamente el grande sacerdocio del trabajo desde el alba, pues quiso ser humilde e infantil, modesto en ambiciones; los Domingos leía a Kant, Crevantes o Job; hablaba poco y prefería las sanas legumbres del campo; vivió setenta y tres años sobre la tierra, falleció en el patíbulo, POR REVOLUCIONARIO. R.I.P.
Este es definitivamente mi poema favorito. Al poeta del pueblo, mis saludos...

martes, septiembre 20, 2005

Septiembre

Sin duda, Septiembre no es un mes cualquiera para los chilenos. Recordamos, por un lado, los primeros pasos para una posterior independencia. Por otro, la represión y el genocidio que sufrieron miles de compatriotas.
Lo paradójico es que celebramos y hacemos duelo en el transcurso del mismo mes. Incluso, hay quienes celebran por cuenta doble y lo hacen sin el menor remordimiento.
Sí, me embriagué este 18. Fue buenísimo estar con mi familia y respirar aires campestres, pero le debo este pequeño homenaje a los caídos, a quienes hicieron posible alguna vez la justicia popular. Digan lo que digan, ¡Digan!.
"Seguramente Radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz no llegará a ustedes. No importa, lo seguirán oyendo, siempre estaré junto a ustedes. Por lo menos mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal. El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar pero tampoco puede humillarse. Trabajadores de mi patria: tengo fe en Chile y su destino. Superaran otros hombres este momento gris y amargo donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que mucho mas temprano que tarde de nuevo abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre para construir una sociedad mejor. ¡Viva Chile! ¡Viva el Pueblo! ¡Viva los trabajadores! Estas son mis últimas palabras. Tengo la certeza de que por lo menos será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición."

sábado, septiembre 10, 2005

El otro día me retaron!!!

Las siguientes líneas marcan una semana entera. Los juegos temporales son falsos!!!.
Han sido extraños los últimos días. Me siento feliz sin razón aparente pero lo paradójico es que volví a caer a la cama. Malditas enfermedades. No recuerdo haberme resfriado una semana y a la siguiente sentir fuertes dolores de estómago.
Para más remate la vieja más lunática de la U, me sermonea en los pasillos y le cuenta a todo el mundo que perdí un proyecto. Deben ser los astros alineados en mi contra.
De todas formas me conformo. La señora es una loca arrebatada. Su voz chillona altera a cualquiera, sus gritos se perciben a lo lejos y a veces se mancha los dientes con lápiz labial.
Aún así, nada altera mi felicidad. Estuve en un coloquio y comí papas fritas. Caminé por las calles chillanejas, leí el diario, me compré cuadernos y escribí algunas líneas. Incluso encontré mi vieja poesía.
También salí. Un compañero se va a Francia y le hicimos una improvisada despedida. De ahí salieron buenas fotos y un estado de alcoholismo impresentable, pero no todo fue alegría. De vuelta a casa, con una compañera que se ofreció a cuidar mi inestable caminar, fui acosado por un gay. El weón me agarró del brazo y me decía weas. Obviamente me safé. Más atrás un compañero rezagado nos gritaba. Yo, asustado, no miraba ni reaccionaba. Él estaba igual de ebrio.
Ayer vi al tío Lalo Parra y fui a un asado. El resto no tiene importancia.
Me voy a la CONFECH. Chaooo

sábado, septiembre 03, 2005

Nieve

Pensaba hablar de mi irresponsable viaje a la nieve, pero las historias de carretes son muy autorreferentes y extremadamente aburridas de leer. Sólo les diré que no la conocía, que lo más chistoso fue ponerme bolsas en los zapatos y que los chistes de mis compañeros estuvieron buenísimos. Después de todo, 15 universitarios (as)webeando solos en una cabaña no puede ser aburrido.
Lo único patético fue nuestro amanecer y mis ronquidos. Que apestoso debe ser para los demás escuchar a un weón carreteado y resfriado cuando duerme.
No importa, igual dormí bien y leo a Cortázar. Ya no me da más miedo. Prefiero el teatro de García Lorca y la poesía de de Rokha.
Me voy, mi hermana me presiona para que salga del PC y mis amigos curicanos me esperan aburridos. Sólo quiero tomar algo en la calle y que los "pacos" no me lleven.
Me carga sentirme presionado!!!!